jueves, 4 de octubre de 2012

I'm on fire

Me encanta esta foto, ni yo entiendo por que. 



Nunca he considerado que tuviera un problema, una enfermedad.  Simplemente alguien que se obsesiona con la comida. Alguien a la que le gusta contar calorías, saber que es lo que come, asegurarse que la bascula marca menos que la última vez que se pesó,  y que trata por todos los medios de tapar quien es. EL problema es que ya no se que tapar.

No sé que soy, o quién soy. No sé quien quiero ser, quien quería ser o quién era. Y tengo miedo. Miedo por no saberlo y miedo porque no conozco mis limites. Porque se de que soy capaz,  hasta dónde puedo llegar y que podría llegar a mas. Es en ese momento en el cual la bestia adormecida en tu interior despierta, te desgarra por dentro. Es un susurro en la oscuridad. No puedes callarlo, porque aunque sabes que no tiene razón, una parte de ti le cree… y el caos se desemboca. Creía que tenía mis obsesiones bajo control pero ya no estoy segura, la bestia está despertando, lo noto. Cuando mas débil psicologicamente estoy, mas triste o mas vulnerable... es cuando aparece y cuando mas difícil es controlarlo. 

Hace tres semanas que llegue a Barcelona y pesaba aproximadamente 65 kilos, antes de ayer pesaba 62’800, con ropa y zapatos, más o menos le puedo quitar 300 gr. Dejémoslo en unos 62’500. Un kilo por semana. Me gusta demasiado. Es una tormenta de sentimientos, soy consciente de que si sigo así acabare donde estaba hace unos meses cuando las calorías y la comida controlaban mi vida, pero no puedo dejarlo. Y tampoco se exactamente si quiero…

Por que me siento bien, parece que tengo el control, pero es realmente control esto? O es totalmente lo contrario y en realidad lo estoy perdiendo? 



Bluerose. 


I know if I go I'll die happy tonight... I got that summertime sadness. 

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Give an eskimo kiss




Tres meses es lo que he tardado en volver, tres largos meses. Parece que fue ayer cuando hice la entrada anterior, donde os contaba que aun había esperanza, que había llorado y eso significaba que estaba viva… Ahora ya no se que significan esas palabras, las leo y me gusta como suenan, me parecen bonitas, pero han perdido el significado que en su día tuvieron.

Comenzó el verano. Playa = Complejos, demasiados complejos a la vista de todo el que quisiera mirar. Lo odio. De fiesta los sábados, o los domingos o los lunes, daba igual.  Paso Junio, rápido. Pasó Julio, rápido de nuevo… mas playa, mas complejos, mas mierda, pero bien en general. Solo tuve dos recaídas en lo que a autolesión se refiere, lo podía tapar con el bikini, bien. Llego agosto, le conocí, mentira, ya le conocía, digamos que descubrimos atracción mutua. Torbellino de sentimientos incontrolables que arrasaba con todo a su paso. Increíble. Me hizo sentir cosas que en la vida había sentido, me hizo sentir deseada, mujer, guapa… todo eso que pensé que nunca nadie vería en mi. Fui yo misma y le guste, le guste, yo a el. El a mi. Pasamos momentos que nunca podre olvidar, los llevo grabados en la memoria. Noches en la playa abrazados mirando las estrellas, pidiendo deseos, hablando con miradas y caricias. Pero llego septiembre, la despedida. Yo a Barcelona, el a Madrid. Lagrimas, sofocos, nubes en mi cabeza. Recuerdos que antes eran como luces esperanzadoras en la oscuridad han pasado a quemarme. Más lagrimas. No puedo controlarlo. Ahora, que queda ahora? Conversaciones por skype, llamadas que terminan en llanto por no poder tocarnos, abrazarnos, besarnos… duele muchísimo.
 
Es confuso y curioso las vueltas que da la vida. Yo me sentía sola, me odiaba a mi misma, luego llego el y todo cambió y ahora no se a donde voy. Me siento tan perdida. Hacia tiempo que no había tanto en mi interior. Es bueno? No lo se. Rio y lloro a la vez. Estoy taciturna hasta que hablo con el y dibuja una sonrisa en mi rostro. Es sano? Que narices, hace tiempo que deje atrás eso…

He decidido dejarme llevar. Llorare, reire, bailare y hare todo lo que mi dañado corazón me pida. Tengo miedo de lo que me pueda llegar a pedir. Pero una cosa tengo clara, no le voy a dejar ir por las buenas, me mantendré a su ‘lado’ hasta que el decida que ya no quiere mas. Por una vez en mi vida elegiré el camino difícil y luchare por lo que quiero. Y lo quiero a el. Aunque se que tengo un 99,99% de probabilidades de fallar y de romperme en pedazos, luchare.


Bluerose. 

miércoles, 13 de junio de 2012

Mi universo en tus manos.




La línea entre el sueño y la realidad es tan delgada, casi invisible. Yo camino en zigzag, voy entre mi obligación con la realidad y los que residen en ella y la satisfacción de la fantasía. No son mas felices aquellos que viven en ella? Si, lo son. Pero son tachados de locos y encerrados en un manicomio, pero está bien, siguen en  el país de las maravillas, donde todo el posible, donde la felicidad es algo palpable en el aire y el hombre por el que suspiras nada mas despertarte te corresponde. Donde los sentimientos autodestructivos no existen y reinan la paz y la tranquilidad. Donde no hace falta cortarse o vomitar para que el dolor psicológico se desvanezca  por que simplemente, en ese lugar, no existe tal cosa llamada dolor. Bien, por que no irse allí, es cobardía? Cobardía a dejar todo lo que queda detrás? Que queda detrás? O es valentía? Es enfrentarse a la realidad de frente, aunque te gane y destruya tu corazón y alma? Que es? Quien lo sabe? Todo es demasiado relativo y complicado.

Mi valentía se fue, mi fuerza de voluntad me abandono y mi dolor se quedo, llenando el enorme vacío que dejaron al marcharse. Queda sitio para la felicidad, no, no lo se, supongo, quizás, espero, si . Si, y también para la esperanza. Y sabéis como lo se? Por que ayer paso algo hermoso, fueron solo unos minutos, pero llore. Llore mis niñas. Después de meses sufriendo, ahogándome en lágrimas que no salían a la superficie. Lo hice,  llore. Puedo sonreír por inercia, puedo reír a carcajadas aunque por dentro este muerta. Pero llorar? No, eso no. Eso me dice que sigo viva, que aún queda esperanza.

Esperanza queridas, no la perdáis. A veces esa chispita brillante que reside en lo mas profundo de tu ser, llega a doler. Pero si perdemos eso, entonces no nos quedara nada.

Bluerose os quiere, no lo olvidéis. 

lunes, 28 de mayo de 2012

Que se hace cuando tu mundo se cae a pedazos?




Para, para, para ya. Sal de mi cabeza, sal de mi corazón. Me haces daño y ni siquiera lo sabes, no lo quieres saber, dices que me echas de menos, que esperas volver a verme pronto, pero son palabras vacías, sin sentido. No lo sientes. Me engañaste, y yo te creí, como la niña que soy. Ahora qué? Ahora nada. No te volveré a ver, vale, puedo enfrentarlo pero no entenderlo. No entiendo por qué tuviste la necesidad de enamorarme para luego ignorarme, querías sexo?  Lo tuviste, no hacía falta seguir diciéndome lo preciosa que era, ni que me enviaras ese mensaje cuando iba de camino al aeropuerto, ni que me dijeras que me ibas a esperar. No.

Y ahora me siento atrapada, encadenada en mi casa, confusa, y tengo miedo. Tengo miedo de no volver a besarle, abrazarle o tocarle y aunque se que no volveré a verle siempre hay esa llama de esperanza dentro de mi que me dice: quizás… puede ser que… Mierda, estoy echa un lio, si no me entiendo a mi misma como pretendo entender a los demás?

Y  mi peso y aspecto físico es una mierda, me veo horrible. No, no me veo horrible, estoy horrible. Gorda, fea, el pelo es un desastre, con granos, celulitis, piel de naranja, pálida. Un desastre. Como sin parar, incluso cuando estoy llena y me duele el estomago, incluso entonces como. Necesito volver a tomar el control de mi vida, quiero que toda esa grasa desaparezca, quiero que mi voluntad vuelva, mis ganas de seguir adelante… De encontrar mi perfección. La veo demasiado lejos.

Antes cuando estaba mal, lloraba, pero ahora no puedo hacer ni eso. Hace mese que no lloro, a pesar que lo necesito, necesito desahogarme, sacar todo lo que tengo dentro y no solo escribiéndolo. Pero no puedo, no pude cuando tuve que ir a buscar la pastilla del día después, ni cuando pensé que estaba embarazada, ni cuando me miro al espejo y lo único que veo es a un monstruo, una masa de grasa que no debería salir de las 4 paredes que forman su habitación, su mundo, su pequeño espacio para la evasión de la realidad. Y sabéis que es lo que hay ahora mismo en su pequeño mundo? Una botella de alcohol para desinfectar, una navaja y un rollo de papel higiénico. No quiero morir, no me malinterpretéis, pero quiero aliviarme y ahora mismo es lo único que lo consigue.


Os quiero y siento mucho si os he  decepcionado,

     Bluerose.