miércoles, 13 de junio de 2012

Mi universo en tus manos.




La línea entre el sueño y la realidad es tan delgada, casi invisible. Yo camino en zigzag, voy entre mi obligación con la realidad y los que residen en ella y la satisfacción de la fantasía. No son mas felices aquellos que viven en ella? Si, lo son. Pero son tachados de locos y encerrados en un manicomio, pero está bien, siguen en  el país de las maravillas, donde todo el posible, donde la felicidad es algo palpable en el aire y el hombre por el que suspiras nada mas despertarte te corresponde. Donde los sentimientos autodestructivos no existen y reinan la paz y la tranquilidad. Donde no hace falta cortarse o vomitar para que el dolor psicológico se desvanezca  por que simplemente, en ese lugar, no existe tal cosa llamada dolor. Bien, por que no irse allí, es cobardía? Cobardía a dejar todo lo que queda detrás? Que queda detrás? O es valentía? Es enfrentarse a la realidad de frente, aunque te gane y destruya tu corazón y alma? Que es? Quien lo sabe? Todo es demasiado relativo y complicado.

Mi valentía se fue, mi fuerza de voluntad me abandono y mi dolor se quedo, llenando el enorme vacío que dejaron al marcharse. Queda sitio para la felicidad, no, no lo se, supongo, quizás, espero, si . Si, y también para la esperanza. Y sabéis como lo se? Por que ayer paso algo hermoso, fueron solo unos minutos, pero llore. Llore mis niñas. Después de meses sufriendo, ahogándome en lágrimas que no salían a la superficie. Lo hice,  llore. Puedo sonreír por inercia, puedo reír a carcajadas aunque por dentro este muerta. Pero llorar? No, eso no. Eso me dice que sigo viva, que aún queda esperanza.

Esperanza queridas, no la perdáis. A veces esa chispita brillante que reside en lo mas profundo de tu ser, llega a doler. Pero si perdemos eso, entonces no nos quedara nada.

Bluerose os quiere, no lo olvidéis.