Tres meses es lo que he tardado
en volver, tres largos meses. Parece que fue ayer cuando hice la entrada
anterior, donde os contaba que aun había esperanza, que había llorado y eso
significaba que estaba viva… Ahora ya no se que significan esas palabras, las
leo y me gusta como suenan, me parecen bonitas, pero han perdido el significado
que en su día tuvieron.
Comenzó el verano. Playa = Complejos,
demasiados complejos a la vista de todo el que quisiera mirar. Lo odio. De
fiesta los sábados, o los domingos o los lunes, daba igual. Paso Junio, rápido. Pasó Julio, rápido de
nuevo… mas playa, mas complejos, mas mierda, pero bien en general. Solo tuve
dos recaídas en lo que a autolesión se refiere, lo podía tapar con el bikini,
bien. Llego agosto, le conocí, mentira, ya le conocía, digamos que descubrimos
atracción mutua. Torbellino de sentimientos incontrolables que arrasaba con
todo a su paso. Increíble. Me hizo sentir cosas que en la vida había sentido,
me hizo sentir deseada, mujer, guapa… todo eso que pensé que nunca nadie vería
en mi. Fui yo misma y le guste, le guste, yo a el. El a mi. Pasamos momentos
que nunca podre olvidar, los llevo grabados en la memoria. Noches en la playa
abrazados mirando las estrellas, pidiendo deseos, hablando con miradas y caricias.
Pero llego septiembre, la despedida. Yo a Barcelona, el a Madrid. Lagrimas,
sofocos, nubes en mi cabeza. Recuerdos que antes eran como luces esperanzadoras
en la oscuridad han pasado a quemarme. Más lagrimas. No puedo controlarlo.
Ahora, que queda ahora? Conversaciones por skype, llamadas que terminan en llanto
por no poder tocarnos, abrazarnos, besarnos… duele muchísimo.
Es confuso y curioso las vueltas
que da la vida. Yo me sentía sola, me odiaba a mi misma, luego llego el y todo cambió
y ahora no se a donde voy. Me siento tan perdida. Hacia tiempo que no había
tanto en mi interior. Es bueno? No lo se. Rio y lloro a la vez. Estoy taciturna
hasta que hablo con el y dibuja una sonrisa en mi rostro. Es sano? Que narices,
hace tiempo que deje atrás eso…
He decidido dejarme llevar.
Llorare, reire, bailare y hare todo lo que mi dañado corazón me pida. Tengo
miedo de lo que me pueda llegar a pedir. Pero una cosa tengo clara, no le voy a
dejar ir por las buenas, me mantendré a su ‘lado’ hasta que el decida que ya no
quiere mas. Por una vez en mi vida elegiré el camino difícil y luchare por lo
que quiero. Y lo quiero a el. Aunque se que tengo un 99,99% de probabilidades
de fallar y de romperme en pedazos, luchare.
Bluerose.